¿SE PUEDE SER YOGUI Y EMPRESARIO AL MISMO TIEMPO?




Ser Yogui no es tan fácil en un mundo tan dinámico donde la maya te confunde, te hace dudar, te hace flaquear.

Cito una frase del gran maestro Yogi Bhajan, donde dice que el éxito, la felicidad y la prosperidad constante son el resultado de dominar la mente.

¿Y si por ejemplo eres un Yogui que además eres empresario? ¿Existiría dualidad? ¿Generaría luz, serviría a la comunidad, ayudaría a otros a encontrar su despertar?

Y yo diría que sí, si es posible, en estos últimos años podría tener la certeza de que sí. Porque sólo quién carga el saco sabe lo que pesa y un yogui es una institución para ayudar, para servir, para elevar la conciencia de la gente y garantizarles el cielo aquí en la tierra. 

Un empresario que además sea yogi, no sólo debe lucir inteligente, sino que debe serlo – ser sabio, al igual de ser coherente y consecuente. Esa fuerza sutil pero poderosa hace que todos, amigos, socios, empleados, proveedores, clientes, incluso la familia se aleje, lo ataque, los traicione. No obstante, quién tiene luz propia incomoda y eso debe ser un yogui, sacar eso incomodo que hay, para que la luz prevalezca.

¿Y el ego espiritual acaso no se impondría? ¿No caería en el juego de creerse superior? ¿Qué su discurso hiera por donde quiera? ¿De ver a los socios, empleados, clientes y proveedores como seres pocos evolucionados, y entraría a maltratarlos con sus conceptos altruistas y de espiritualidad?

Yogui y empresario debe respetar el momento evolutivo del otro, ser compasivo, humilde y bondadoso. Entregar al poder divino esas almas y servir.

Ser humilde es tener una autoestima tan fuerte, una auto-imagen tan sólidamente auto-sostenida, una identidad basada en algo tan inamovible y eterno dentro, que no se necesita pretender ni mostrar de ninguna forma ante nadie. En la humildad profunda, no hay nada que nos pueda humillar, porque no hay nada que pueda ser humillado, por lo que no hay ninguna necesidad de reafirmación, maquillaje, exageración, mercadeo o engrandecimiento de ninguna característica. Y un yogi debe contener.

¿Y qué hacer entonces cuando las ventas caen, los bancos no esperan, los empleados demandan o chantajean, cuando tus socios y familia se alejan? ¿Qué hacer cuando pierdes la FE aun siendo un yogui, pero vives un maya, tienes un karma y vienes a servir? ¿Qué hacer entonces, cuando llega el sufrimiento, las emociones nos dominan, entras en llanto y sufres? Nuestro espíritu probado al 100% con todas nuestras memorias karmicas.

Es ahí que entra el ego, nos duelen las rodillas, nos volvemos mendigos. Se perdió el valor y la fuerza de la presencia el arco de luz y cuerpo sutil debilitado y tercer chakra mil metros bajo tierra. Vaya vaya ni empresario ni yogui. Sólo un caos.

Sin embargo, como arte de magia, el sostén de la cadena dorada y la fuerza de la práctica aparece diciendo no hay necesidad de defenderse, porque “nada real puede ser amenazado” el verdadero yo no puede y nunca será amenazado, así que en realidad no es necesario defenderse, “LA INDEFENSIÓN ES LA FORTALEZA” dejar fluir y que llegue lo que ha de llegar, servir y tocar a los que quieran ser tocados y bendecir a los que no.

El compromiso con nuestra causa como Yoguis y empresarios está por encima de las demás cosas, y por eso no hay miedo de lo que pueda pasarnos, somos valientes, sabemos de nuestra valía en tanto parte del infinito, no en tanto cuerpo o ego, y por eso, como guerreros, mantenemos nuestra autenticidad. La respuesta es simple: sí. No hay nada que, conectado con lo infinito, basado en el verdadero amor (y por ende expansivo) sea detenido por el mundo. Una autoestima sana tiene metas conectadas, limpias, elevadas, y esas metas nunca serán detenidas. Merecemos ser sabios, humildes, valientes y también exitosos en este mundo y servir.

Es así que las reglas de oro de la vida de un yogi y de un empresario no solo es servir, es ser flexible, bondadoso además debe: tener una, Misión - De poder ver la meta y sostenerla en la consciencia. Tener Valentía - De atreverse a alcanzarla y mantenerse, tener La Fortaleza - De pasar a través de todos los cambios, La Humildad - De recordar quién es el que lo crea todo. El Conocimiento - Para manifestarla, La Oración - Para nutrirla, La Gracia - Para llevar hacia ella y La Determinación - Para lograrla

Seva Chandra Kaur.

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